En estos años de profesión, hace no muchos, me dedicaba a revisar diagnósticos que después se transformaban en propuestas de solución. Problemas variados en cubiertas, en estructuras… A los nuevos compañeros se lesentregaba una cámara, un medidor láser, se les guiaba en el listado de temas que había que investigar y se les lanzaba a la aventura de la recopilación de datos.
Hubo una época de mucha carga de trabajo, donde la economía de tiempo y la efectividad en el acierto era la tarea diaria. Los nuevos compañeros a la calle y con lo que traían más sus propuestas, había que acertar.
En esa época nació la idea que intento plasmar en este artículo. En esa época, empecé a valorar la vital importancia del punto de vista, ya que, según como uno mire, así encuentra el guiso. Dicho de otro modo, no es cuestión de mirar, sino de saber lo que hay que mirar.
Hago la siguiente pregunta ¿Se puede plasmar en una sola foto toda la información necesaria para un diagnóstico?
Tener formación como fotógrafo ayuda bastante a responder a esta pregunta, lo cual, aunque parezca trivial, recomiendo a todo el mundo que se dedica a realizar informes que después han de ser interpretados por otros, ya sean técnicos o profanos en la materia.
Sí que se puede. Y además, se debe.
Pensadlo bien. Es el pan nuestro de cada día. En muchas ocasiones me encuentro con llamadas que me consultan el origen de esta fisura o aquella. En una primera instancia, te envían fotos junto con la pregunta. Fotos del tipo siguiente:
Sí, esta claro que hay una fisura (no podemos saber si además es una grieta), pero vosotros me direis si es posible acertar mínimamente con el diagnóstico con esta información delante.
Para ello, recomiendo hacernos unas preguntas antes de tirar la foto:
1.- ¿A quién va dirigida la foto?
2.- ¿Para qué vamos a usar la foto?
Suficientes. Con esto en la cabeza, apuntamos y disparamos. Lo normal es que, con un poco de práctica seamos capaces de hacer menos fotos, ya que las que hagamos contendrán más información.
Y ahora, os voy a describir el secreto mejor guardado. Una herramienta vital en el uso de la fotografía como herramienta eficaz de trabajo… Algo que sin duda va a cambiar la concepción del uso de la fotografía que teníamos hasta ahora:
¡EL ZOOM!
Amigos, hoy en día, cualquier cámara de móvil que tengamos encima tiene la suficiente nitidez como para poder hacer zoom en la misma una vez hecha y especificar la fisura/grieta/patología en definitiva que estemos buscando.
Deja el zoom para después y dedícate a hacer fotos que engloben el entorno de la patología que estamos estudiando, asunto mucho más importante que fotografiar la existencia de la misma.
Y, además, si eres un poco mañoso con algún editor de imágenes de los que hay en el mercado, puedes hacer algo como esto:
Haz que tus fotos sean fácilmente identificables por cualquier persona profana en la materia y seguro que vas a ahorrar horas de giros argumentales en enormes párrafos. Y lo mejor… seguro que tus informes serán muchos más creíbles.
Pierde el tiempo en “retratar” lo que estás analizando. Toma apuntes con tu cámara en vez de pintar croquis. Procura que tus fotos sean la imagen que vale más de mil palabras. Tus lectores estarán enormemente agradecidos.
“Un buen retrato es una biografía pintada.”
3 Comentarios. Dejar nuevo
Gracias por esta información nuestro edificio está cada vez con más grietas por lo que consideramos importante su reforma
Sinceramente que buen artículo.
Noto una gran sabiduría y objetividad en este post.
Es un gran ejemplo para nosotros los que estamos estudiando. La idea es no creernoslas que todas nos la sabemos, además teniendo en cuenta tan importante labor como el repotenciamiento de un edificio.
Gracias!
Gracias por tu apreciación Andrés. Es vital para un buen análisis contar con la información de la manera mas objetiva posible para evitar sesgos que puedan entorpecer un diagnóstico acertado. Siempre hay algo que aprender, compañero!