Para los que nos estáis siguiendo por Twitter, habréis visto que recientemente hemos tenido la suerte de participar en la rehabilitación de las vigas de una estructura de madera que se encontraban en “colapso total” según indicaba el informe técnico realizado por el seguro del propietario.
Desde luego, sin hacer muchos números, era fácil corroborar el resultado del informe.
Observad en la foto la tirantez de color blanco que se colocó para medir la flecha de las vigas. Evidentemente, la estructura estaba a punto de ceder.
La estructura en cuestión la forman las vigas de sujeción de la cubierta de una casa prefabricada de madera. La carga que soporta es la correspondiente al entablado de formación del faldón de cubierta, capa de impermeabilización con lámina asfáltica y cubrición con teja árabe de material sintético. Sumando las cargas de viento y nieve, no tiene muchos sentido que la estructura haya entrado en colapso. Entendemos que existe de base un fallo en la elección del tipo de madera o del encolado del laminado.
Frente a esto, y, contando de nuevo con la inestimable colaboración de D. Antonio Carranza a los mandos de los cálculos, se proponen tres soluciones para su refuerzo:
Hipótesis de partida:
Dimensionado el refuerzo, se plantean tres soluciones:
Inicialmente se optó por la tercera solución (sí, nos gusta lo arriesgado), pero terminamos descartándola por no tener la seguridad de controlar la recuperación de la flecha mediante los tensores (la viga estaba rota en uno de los empalmes y seríamos incapaces de controlar un posible movimiento de torsión), así que, por facilidad de montaje, optamos por la solución 2.
Decidido, el plan de montaje era el siguiente:
- Recuperación de la flecha.
- Lijado de la superficie.
- Ejecución de taladros.
- Colocación del refuerzo pegado con mortero epoxi.
- Tras tres días, desapuntalado.
Al quitar los puntales, no se escuchó ni un solo crujido. La viga quedó reparada y en funcionamiento.
“El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los hombres.”
Frederic Burrhus Skinner (1904-1990) Psicólogo estadounidense.
7 Comentarios. Dejar nuevo
Si la verdad es que la estética se ha visto empeorada, un saludo
Un buen trabajo sin duda estas vigas no volverán a ceder. Lo único que no me gusta es el color elegido para pintar las pletinas, rompe la estética de la madera, pero esto es cuestión de gustos. http://www.toppresupuestos.com
HOLA QUE TAL!!!tengo una situacion similar!.. pero no he entendido bien..han pegado con resina las laminas depegadas y sumado las planchuelas lateralmente? es asi?..intento ver las propuestas de solucion pero se visualizan muy chiquitas.
Hola! las planchuelas van pegadas con resina a la madera además de atornilladas. La resina asegura que los movimientos tangenciales se transmiten adecuadamente a la madera, para así garantizar una transmisión de esfuerzos completa. Si pinchas en la imagen podrás verlo más grande.
Interesante artículo, yo comparto en que la solución elegida era la más conveniente. No obstante me asalta la duda sobre ¿ como recuperaron la flecha de las vigas al presentar una deformación tan evidente? Supongo que con descargar las vigas no sería suficiente. ¿Aplicando cierta tensión al apuntalar para realizar un pre flechado o contraflecha?
gracias
Muchas gracias por tu comentario. En este caso, la deformación de las vigas quedó como estaba. No recuperamos su geometría inicial. Al haber adquirido flecha con el tiempo, todos los elementos que descansan sobre el forjado se han ido adaptando a la nueva situación. Forzar la recuperación de la flecha hubiera supuesto la alteración de todos aquellos elementos, incluso pudiendo alcanzar la rotura en aquellos más rígidos. Se quedaron como estaban.
Gracias a vosotros por vuestra rápida respuesta, efectivamente a mí también me parece una solución “peligrosa”.
Desde siempre y por lo que aprendí, en general procuro en rehabilitaciones NO “mover” los elementos portantes, sino disponer los medios para que no se sigan moviendo. Por lo general reforzaría con una capa de compresión conectada o sustituiría las vigas. Sin embargo me llega la situación, en un forjado, que descargando ( lo que se ha podido) apenas se recupera la deformación, y no se quiere cambiar las viguetas ni reforzar por arriba. Una viga parteluces o algún refuerzo con pletinas es factible, pero sigue habiendo una flecha bastante evidente. He pensado incluso en la posibilidad de un atirantado con tensores, pero de igual manera, sin tocar el forjado superiormente, me parece entre peligroso y poco útil. Pensé pues, que habríais recuperado la flecha de alguna manera viable que se me escapa.